, la torta, en su amplia acepción, vendría a ser algo así como un alimento de forma redonda y aplanada. Por lo tanto, y sin tanta imaginación, la podríamos confundir con una hamburguesa, una rodaja de calabacín y porque no una torre de galletitas Vocación untadas con dulce de leche. Después, agrega con su aire de altura intelectual, entramos a las especificaciones regionales, y encuentro que en mi país, Argentina, este término hace referencia a un pastel grande (como podría ser el pastel de papa de mi abuela, muy recomendado, o esos intentos de "pastel" que te servían en el comedor del colegio, sin sabor ni forma a nada comestible).
Es por ello que nada de esto nos sirve para darle una gráfica idea al extranjero que se intercambia con un argentino, y le deja su casa primermundista, con todos los chiches, para venir a conocer nuestro inexorablemente bello país (si, reconozcamoslo de una puta vez, tendremos gobernantes de mierda, problemas sociales y demás, pero la argentina es bella, bella), que miércole es una TORTA. Le podemos hacer una (receta de mi abuela: 2 huevos, 2 tazas de harina leudante, 1 cucharadita de polvo de hornear, 1 cucharadita o un chorrito de esencia de vainilla o vainillín para los mendocinos, 15 cucharadas de azúcar, ralladura de limón, nueces o pepitas de chocolate, 40 min de horno suave y tenes un ejemplar exquisito); lo podemos llevar a Franceschini a que vea las que hacen Andrea o Graciela; y también a cualquier panadería o heladería, o maxiquiosco (ayer me di cuenta que venden tortas en todos lados).